Tras el éxito cosechado el pasado año el Teatro Guindalera vuelve a programar Verano Chéjov.
La farsa, la crítica social y el mundo teatral se citan acompañados por la música del piano en directo, para desenmascarar los prejuicios, las frustraciones y las alegrías de la vida contemporánea.
Una propuesta llena de delirantes y divertidos contratiempos que husmea en las candilejas para retratar a un puñado de personajes desorientados y desmadrados pero humanos y reconocibles que, con la ayuda de los espectadores, irán encontrando en clave de humor analogías con su realidad y la actual situación de crisis.
Si Chéjov en las piezas cortas que prepara nuestra particular ‘compañía’ retrata los deseos y anhelos, la frustración, la soledad, las miserias y defectos del alma… nosotros, estableciendo un paralelismo con el momento actual, situamos la acción dentro del proceso de inicio y creación de un espectáculo, de la lucha, renuncias y sacrificios que el creador tiene que soportar en el desamparo y la mediocridad reinante en estos días.
Todo empieza con una audición de actores para montar La petición de mano de Chéjov. Sin embargo, nada ocurre como se esperaba, y el público acaba asistiendo y participando en un conjunto de situaciones disparatadas.